El director general de Migración, José Ricardo Taveras Blanco, expresó que el tema migratorio debe manejarse con madurez, para poder hacer frente a las dificultades geopolíticas que a largo plazo pudieran afectar a la isla en manera de recursos naturales y cuencas hidrográficas, lo que, además, se puede traducir en inestabilidad.
El funcionario acusó de la actual situación migratoria a una falta de institucionalidad histórica que se fue cocinando a través de los años. “El caos (en materia migratoria) que venimos generando durante más de cien años generó un pasivo migratorio que hoy tenemos que enfrentar con tragos amargos, difíciles, poco comprendidos; pero que estamos en la obligación de resolverlo”, declaró Taveras Blanco en una ofrenda en el Altar de la Patria.
Expresó que el Plan Nacional de Regularización va en ese sentido.
“Ya cumplido el año, la suspensión que hay de deportación para los ciudadanos que están en el perfil del plan Nacional de Regularización de Extranjero, es una suspensión temporal para poder cumplir con un mandato de la ley de migración que manda a que se haga un plan nacional de regularización y para dar facilidades a que los extranjeros puedan regularizarse hay una suspensión momentánea hasta que se cumpla el plazo. Una vez vencido el plan, la ley se aplica y punto. Hay que crear las condiciones operativas”.
Llamó la atención a las ONGs que supuestamente promueven no se cumpla el Plan de Regularización. “Son las instituciones de la República que dicen quiénes son dominicanos y quienes no; los grupos que están auspiciando que personas que no son dominicanas digan que lo son, están violando el código penal”, dijo.
Afirmó que “la geopolítica de la isla se coloca al borde de un abismo con datos que no son de la pasión; si no de la ciencia, porque desgraciadamente nuestros vecinos se encuentran en una situación a la cual el mundo no debe darle la espalda”.
Manifestó que ante esta situación, hay intereses que tienen una campaña de “infamia contra la solidaridad dominicana y la soberanía del país; que son los mismos que se usufructúan de Haití”. En ese sentido pidió “al pueblo dominicano inteligencia y serenidad, porque vociferando, recurriendo al lenguaje violento, no se defiende la República”.
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