19/03/2024
Cine

«Arrival»: sólido entretenimiento de ciencia-ficción

Arrival no es un film para todo público. En él no hay romance, acción ni tampoco candentes escenas íntimas.

Sin embargo, la película es un interesante, inteligente y emocionalmente poderoso drama que está llamado a dejar plenamente satisfechos a los amantes del cine de ciencia-ficción. La esplendidez de su textura visual es algo que también sorprende y atrae por igual al espectador.

Dos cosas siguen siendo ciertas en torno a Arrival; lo primero es que seguimos a la espera de un mensaje presumiblemente de esperanza –aunque siempre hay quienes postulan lo contrario, como la película muy bien apunta; y segundo, el film también vuelve a establecer la superioridad en términos de inteligencia y tecnología, de quienes con un propósito u otro, nos visitan.

Dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, responsable de la estupenda ‘Sicario’, y basado en un guión de Eric Heisserer, Arrival es una experiencia imaginativa y refrescante que no compromete los postulados y visión del director en pos de conseguir el favor del público.

Cuando 12 misteriosas naves extraterrestres de forma ovalada se posicionan estratégicamente a pocos pies sobre la tierra, y en diferentes partes del mundo, el coronel Weber (Forest Whitaker) del ejército estadounidense recluta a la profesora de lingüística Louise Banks (Amy Adams) y al físico Ian Donnelly (Jeremy Renner), para que establezcan comunicación con los recién llegados, y determinen qué los trajo aquí y cuáles son sus intenciones.

La tarea es arduo difícil puesto que estos ‘Aliens’, quienes lucen como gigantescas y deformes manos con siete largos y moldeables tentáculos, se expresan naturalmente a través de un lenguaje que nadie conoce, en una especie de extraños círculos con distintas ramificaciones.

Mientras tanto, el tiempo transcurre, la paciencia se agota y algunos gobiernos preferirían responder con las armas antes que seguir esperando no se sabe qué.

Probablemente el repetido uso del flashback al que recurre el director Villeneuve debió ser delimitado o restringido a cierto contexto, aunque se entiende que es utilizador como una catarsis por el personaje central Louise –quien está lidiando al mismo tiempo con su propia tragedia particular.

Además, hay uno que otro aspecto –el deliberadamente extra pausado ritmo, por ejemplo, o la facilidad con la que son descifrados los símbolos lingüísticos, que indudablemente impiden que el film alcance un nivel más elevado.

Igualmente, no puede obviarse tampoco el hecho de la película remite ineludiblemente a El día que la Tierra se detuvo, Contact y Encuentro Cercano del tercer tipo, aunque resurge triunfalmente al final como un film con características, fisonomía y personalidad propias.

Ahora bien, no de los más impactantes y sugestivos valores de Arrival, lo constituye la un tanto glacial, pero enérgica y enigmática música del islandés Johan Johansson. Asimismo, el austero y sobrio guión, a pesar de que la película se cae un tanto al final, al apelar a una solución de último momento que luce más bien forzada.

La actriz Adams, por su parte, está perfecta en su humildad y desconcierto ante el inmenso reto que tiene ante sí, el cual llega precisamente en un momento en el que el dolor corroe su alma. En general el trabajo del elenco es sólido.

Esta propuesta, de cualquier modo, sobre cómo un posible contacto con seres de otra galaxia podría llevarse a cabo, es mil veces más intrigante y cautivante que la mayoría de las películas que llegan a la cartelera hoy en día.

Y de hecho, por su capacidad de asombro y sentido de exploración dentro de una narrativa con un concepto más bien clásico, ‘Arrival’, representa un sonoro triunfo para el director Villeneuve.

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