26/04/2024
Cine

«Kidnap»: Tediosa y carente de emoción

El peor temor de una madre cuando se encuentra en un lugar público con su pequeño hijo –que este desaparezca o sea raptado –se hace realidad un día, y a partir de entonces se desata una de las más destartaladas, inconcebibles e insípidas persecuciones que hayamos visto en mucho tiempo.

Por suerte para el film, el rol protagónico está a cargo de la talentosa actriz Halle Berry, quien hace todo lo posible: grita, llora, pone cara de desquiciada al borde de un ataque de histeria, implora a Dios hasta el cansancio y determina por sí misma la mejor solución al caso, al tratar de sacar hacia adelante una historia pedestre y desprovista de todo valor y entusiasmo.

Aun así, sin embargo, su actuación no es suficiente para elevar la película más allá de la mediocridad. Sin Berry, eso sí, ‘Kidnap’ quedaría reducida, sin lugar a dudas, a la hecatombe total.

El mayor problema de la película no es la pobreza e incongruencia de un guion maniqueísta y con abundantes clichés, ni tampoco la carencia de estilo o de un pulso narrativo que genere tensión y sostenga el interés del espectador.

No, el principal handicap de Kidnap lo constituye el hecho de que con excepción de los primeros cinco o diez minutos (sin tomar en cuenta la necedad aquella que muestra la evolución de un bebé), en los que la película introduce el personaje de Berry (Karla y a su pequeño hijo Frankie); no hay en el resto del film un solo personaje, acción o detalle que atraiga a la audiencia o con el cual ésta pueda identificarse.

La estructura narrativa del film, por otro lado, es tan simple como insólita, –básicamente consiste de una tediosa, ‘violenta’ e inadmisible persecución a alta velocidad–, pero en su simpleza no es donde residen sus carencias, sino en el torpe guion y la desacertada dirección de Luis Prieto.

Aquí no hay suspenso, no hay intriga y tampoco ni un solo elemento que nos conecte o nos haga simpatizar u odiar a los personajes. Como consecuencia, la emoción no existe: no nos interesa la historia y mucho menos el destino de sus acartonados caracteres.

El film, por lo menos de solo 90 minutos, está plagado de situaciones ridículas y absurdas, como aquella en la que Karla le pide a alguien que llame al 911, el hecho de que a conveniencia la policía prácticamente no tiene rol alguno en la trama, o sino aquella forma estúpida como ‘el secuestrador’ decide ‘resolver’ el problema.

En fin, Kidnap que a pesar de todo maneja una premisa que pudo dar lugar a un interesante e impactante film, es convencional, predecible y carente de verosimilitud.

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