Sonia Silvestre fue una revelación a principios de los años 70 cuando emergió en la música como una de las voces más potentes y penetrantes de la canción dominicana, tras obtener el segundo lugar en el entonces influyente Festival de Amucaba. En poco tiempo, se convirtió en una de las figuras más importantes de la balada y el bolero y sirvió de norte e inspiración para que un grupo de cantantes solistas siguieran sus pasos a finales de la década de 1970 y en la del 1980.
Nació en Hato Mayor el 16 de agosto de 1952. Silvestre abrazó la música romántica que en sus primeros años la llevaron en 1971 al Festival Internacional de la Canción celebrado en Bogotá, Colombia, donde consiguió el segundo puesto, reconocimiento también que logró en el IV Festival de Amucaba en ese mismo año.
La «cantante de los poetas», calificativo que le vino por su LP Sonia canta a los poetas de la Patria, confeccionó un repertorio de canciones que interpretaba con sentimiento y una gran belleza. A mediados de los 70, ganó El Dorado, el premio artístico más importante en ese entonces en República Dominicana, como Cantante más destacada en 1975, 1976 y en 1977 recibe la estatuilla en Espectáculo del año.
Silvestre cosechó una larga lista de éxitos que redondearon su carrera: «El último adiós», «Si pienso en nuestras canciones», «Triste de mí», «Dónde podré gritarte que te quiero», «Viviré pensando en ti», «Abrázame fuerte», «Tú serás mi compañero», «Los caminos» o «Por qué llora la tarde».
Con una marcada influencia de los artistas cubanos que parió la Nueva Canción, con Pablo Milanés y Silvio Rodríguez como sus principales intérpretes, Sonia grabó covers de algunos éxitos de estos dos monumentales artistas, que interpretaba en directo como si fuesen suyos originalmente, como «Ojalá». Con «Adagio a mi país» se inscribió en esa corriente de la canción de protesta, comprometida con la justicia social: «En mi país qué tristeza/ la pobreza y el rencor/ Dice mi padre que ya llegará/ desde el fondo del tiempo otro tiempo/ y me dice que el sol brillará/ sobre el pueblo que sueña labrando su verde solar». Poesía popular.
Y en sus adaptaciones de canciones popularizadas por otros grandes artistas, Silvestre sabía cómo darle un toque personal sin que estos perdieran la escencia. Solo hay que escuchar «Es mi vida», de Piero.
En el 1988 consiguió su primera nominación como Cantante solista a los Premios Casandra, galardón que ganó por vez primera en 1991 en esa misma categoría. Con un total de ocho postulaciones a los reconocimientos que entrega desde 1985 la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), recibe la máxima distinción, El Soberano, en el año 2000, convirtiéndose en la cuarta mujer en tener el prestigioso galardón.
A finales de los 80, su amigo, músico y compositor Luis Díaz produce para el sello OI Récords, un LP que significaría un renacer en la carrera de quien es considerada como una de las mejores intérpretes dominicanas de todos los tiempos. Se le denominó tecnoamargue, una bachata sin instrumentos acústicos, «en un movimiento que podría ser decisivo en la música nacional», según escribió Arístides Incháustegui en su libro Por amor al arte.
En este LP, Yo quiero andar, Sonia Silvestre inmortalizó bachatas como «Quiero andar» y «Mi wachimán», un suceso importante en su carrera, que la devolvió a los escenarios importantes. Un disco versátil, gracias al trabajo de Díaz, en el que la artista experimentó con cinco bachatas, una sala («Hasta un punto»), una balada y hasta una «Melodía de amor» con evidentes influencias de la lambada que causaba furor en esos días.
En su labor como funcionaria pública, la artista fue miembro de la junta directiva de Radio Televisión Dominicana (2000) y el 20 de septiembre de 2008 es designada por el Presidente de la República, Leonel Fernández, como Ministra Consejera de la embajada dominicana en Cuba.
En su lista de los «100 discos esenciales de la música dominicana», publicada por la Asociación de Cronistas de Arte en julio de 2013, aparecen sus LP Esta es Sonia (1974), Sonia canta a los poetas de la patria (1978) y Yo quiero andar (1989). Otros álbumes de su rica discografía incluyen: La nueva canción, Sonia en Buenos Aires, Sonia Silvestre amor y…, La dama del bolero, Corazón de vellonera (1987), Folkhoy.
Sonia Silvestre, una de las intérpretes más versátiles de la música contemporánea dominicana, murió el 19 de abril de 2014.
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