29/03/2024
Opinión

Plegarias por atender en el PRM

Cada día trae su afán y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene los suyos, con una agenda con el objetivo inmediato de dinamizar sus cuadros estructurales a nivel nacional –proceso que puso en marcha hace poco– para luego en un futuro a mediano plazo ir definiendo sus candidaturas para las elecciones del 2020.

En apenas su segundo aniversario luego que la Alianza Social Dominicana (ASD) diera paso a la conformación del PRM, su presidente Andrés Bautista reconoce que la organización tiene aún grandes retos por superar, y su desafío inmediato es luchar contra lo que calificó como la «serpiente de la división», en alusión a la lucha interna que puede desatar la candidatura presidencial si el ex presidente de la República, Hipólito Mejía, decide un nuevo intento y Luis Abinader mantiene sus deseos de repetir en una segunda postulación.

Con un Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que lució invencible en las elecciones presidenciales de mayo del 2016, consumada su histórica alianza con el archirrival perredeísta (PRD), hay que reconocer que las tropas lideradas por Abinader lograron obtener 32 alcaldías, dos senadurías, 48 diputaciones y 48 distritos municipales, colocando al naciente PRM en una posición favorable en el cuadro electoral, lo que le permitió asumir un rol activo como brazo opositor del sistema político nacional.

Es evidente que el PRM está en un proceso de transición (incierto) cuyo resultado será negativo o positivo a partir de las decisiones exclusivas de Mejía y Abinader. Por un lado, el ex candidato presidencial del partido no concluyó con su agenda particular tras perder las elecciones en las que fue reelecto el Presidente Danilo Medina del PLD. Todo lo contrario, Luis siguió moviendo sus tentáculos de campaña por todo el espectro nacional. Por otro lado, Hipólito ha mostrado un comportamiento más estratégico y puntual, asumiendo posiciones como un ente moderado de oposición, opinando con cautela aunque casi siempre siendo un crítico consecuente del Gobierno.

Las señales del mensaje que emite el Partido Revolucionario Moderno difieren de un discurso coherente que sintonice con claridad y podamos situar a Luis y a Hipólito en una misma página. Es a lo que probablemente Bautista quizo señalar cuando hizo referencia a la «serpiente de la división», consciente de la importancia de la unidad de su liderazgo para poder regresar a la arena electoral más fortalecido para el 2020.

El fortalecimiento institucional es ineludible –continuando con las opiniones que ofreció Andrés Bautista el pasado miércoles en la misa oficiada para celebrar el segundo aniversario del PRM–, pero el futuro deparará una lucha interna en la que todavía hoy no se puede pronosticar quién le ganaría a quién. Todo ello, sin contar con las aspiraciones de Carolina Mejía, hija del ex mandatario y compañera de boleta de Luis Abinader en el proceso electoral pasado. En el PRM quedan plegarias por atender.

Artículo escrito por Máximo Jiménez

Periodista, crítico de cine. Ex presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (2011-2013), autor del libro «La gran Aventura de la bachata urbana» (2018).

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