El escritor y periodista Edgar Reyes Tejeda falleció este miércoles en Monte Plata, ciudad donde residía y de la que era oriundo, afectado por un paro cardíaco. Reyes Tejeda, además, se desempeñó como docente y gestor cultural.
Autor del Himno a Monte Plata y varias canciones grabadas por cantantes locales, Edgar Reyes, quien perdió la vista a los 11 años, fue presidente de la Asociación Dominicana de Sordo Ciegos, ganador de Jayces 92 y fue reconocido por el Ministerio de Cultura, la Dirección de la Feria del Libro e Hijo Distinguido de Monte Plata.
Le sobreviven su esposa, la educadora Altagracia Fanith, su madre Silvia Tejeda Vda. Reyes y sus hijos Alanna Camila y Alejandro.
La triste noticia sobre su fallecimiento la dio a conocer este miércoles la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), entidad a la que pertenecía Reyes desde hace varios años.
Nacido en 1964, fue fundador de varias instituciones culturales en su provincia, así como fundador y director de la Unidad de Servicios Bibliotecarios para No Videntes de la Biblioteca Nacional.
Publicó los libros Monte Plata, notas sobre su patrimonio cultural (1998) y En clave de fábulas (2006). Cuentos suyos figuran en las antologías, Narrativa contemporánea de Monte Plata (varios autores), además de, A la sombra del cañaveral, de Isael Pérez, y en la antología Cuentos del béisbol, editada por Letra Negra, en Guatemala.
Sobre su primer libro, En clave de fábulas, publicado con el interés de recaudar fondos para la Asociación Dominicana de Sordociegos, el periodista Huchi Lora, sostuvo que las fábulas del autor “revisten tanto o más interés para los dominicanos de hoy que las de Esopo para los griegos de ayer”.
Fue también fundador de los periódicos Veritas Odium Parit y El Faro y miembro de Acroarte.
A finales de los años 80 participó junto a Huchi Lora y Yaqui Núñez del Risco en el matutino de Teleantillas “Hola nuevo día”. Fue columnista de los suplementos del Periódico Hoy, Espectáculos Dominical y Fiesta. Sus textos se publicaron por primera vez a mediados de los 80 en la desaparecida revista Yelidá y fue editor de la antología Narrativa contemporánea de Monte Plata.
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