29/03/2024
Nacionales

Jimmy Sierra publica abarcador Diccionario Cultural Dominicano

Llenar como lo hizo la noche del pasado lunes Jimmy Sierra el auditorio Juan Bosch de tantos escritores, historiadores, gestores culturales, artistas, administradores o ejecutivos de programas, estrategias y organismos públicos y privados vinculados a la cultura, debe haberle proporcionado al autor, una de las noches más felices de su vida.

El Diccionario Cultural Dominicano sistematiza todo el proceso cultural del país, sus principales acontecimientos, sus figuras más cimeras, sus hechos más determinantes, en un documento que ha sido posible gracias a la participación del autor en muchos de esos procesos y a una labor de investigación mirando hacia atrás tantos años y que inició Sierra hace más de 15 años.

Al documentar el proceso de la conformación de la cultural criolla, lo que ha hecho es dar continuidad y coherencia a lo que ha sido toda su vida: un educador de las más diversas formas expresivas, ofreciendo ahora el resultado de años de militancia cultural e investigación.

Lo que acaba de entregar al país, culturalmente hablando, con este el Diccionario Cultural Dominicano, es un instrumento necesario que sistematiza y divulga, luego de una investigación y compendio de años, es el libro esperado que llena ese vacío bibliográfico.

Lo que entrega Sierra ahora es un resultado integral basado y ampliado a partir de proyectos y productos editoriales o audiovisuales sectoriales: documentales sobre las artes plásticas y el teatro, el curso audiovisual Viaje al Centro de la Historia (una obra fundamental que pocos, en su momento, reconocieron públicamente en su importancia) a lo que se agregan sus protagonismos al cine, la narrativa corta, producción de radio y televisión y su permanente labor de formador de generaciones.

El libro es un registro histórico imprescindible del quehacer cultural y sus protagonistas, centenares de hombres y mujeres, que han aportado desde sus áreas de ejercicio y conocimiento, al proceso creativo nacional de cultura.

Llevar a un diccionario, con la exigencia de precisión, datos, fuentes, organización del material, todo el proceso cultural del país, sus acontecimientos, sus protagonistas, sus artistas, sus gestores, sus mecenas, ha sido una tarea inmensa, que solo un hombre como Sierra podría enfrentar.

Julio Samuel Sierra, de paso, logró anoche, con la presentación de su Diccionario Cultural Dominicano es una demostración más de la capacidad emprendedora de trabajo cultural, al tiempo de evidenciar cómo se le aprecia en el ambiente literario/artístico/educativo.

Sierra anoche experimentó la sensación de agradecimiento colectivo por todo cuánto ha hecho por la cultura dominicana, no ha sido en vano. Sierra no ha sido siempre bien entendido y no pocas veces, menospreciado.

Respaldo pleno. La cantidad de personalidades y amigos y relacionados con la trayectoria cultural de Sierra, evidenció que hay un respeto por su labor, por encima de cualquier diferencia partidaria.

Tony Raful, poeta y Premio Nacional de Literatura, reconoció el valor de aporte literario, que recoge a quienes han protagonizado el proceso cultural dominicano.

La de anoche, en el auditorio Juan Bosch de la Biblioteca Nacional, fue un acto con un protocolo inusual: no hubo un maestro ceremonial, ni discursos ni presentaciones. Leonel Fernández, el prologuista, no leyó su texto y se sumó como uno más al panel con León Félix Batista, Héctor Martínez (colaboradores editoriales) y el propio Jimmy Sierra, a una exposición de lo que fue el proceso.

Posteriormente, de entre toda la gente convocada, se dio la palabra a Frank Moya Pons, Roberto Cassá, Bernardo Vega, Marcio Veloz Maggiolo (que hizo un esfuerzo especial en asistir debido a su estado de salud) y Tony Raful, entre otras firmas de la cultura, que reconocieron el trabajo de Sierra. Fue el gran homenaje merecía hace tiempo,

El Diccionario Cultural Dominicano es publicado con el auspicio de la Fundación Global Economía y Desarrollo, prologado por Leonel Fernández Reyna, escrito con la colaboración de Héctor Martínez Fernández y León Félix Bautista.

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