28/03/2024
Opinión

¿Es noticia la vida privada de una figura pública?

¿Por qué nos interesa tanto la vida privada de la gente pública?

En la vida de las figuras públicas ya existe la prominencia, vale decir: la atención de los medios y de la gente. Si ellas añaden controversia y extrañeza a su vida, ya tenemos los mejores ingredientes para aumentar ese interés.

En los medios de comunicación predomina lo interesante frente a lo importante. Y en los casos de la vida privada de las figuras públicas no es diferente, sobre todo si esa vida privada tiene elementos de conflicto, que es la materia prima de las buenas historias.

Tradicionalmente ha interesado más la vida privada de Ricky Martin que la de Chayanne, porque la de Ricky ha tenido elementos controvertidos y escondidos. No ha pasado así con la vida privada de Chayanne, sino todo lo contrario: Chayanne tiene un matrimonio convencional, nada inusual, nada controversial, nada que esconder.

En la vida privada de Ricky Martin hay un conflicto (con la moral convencional), hubo algo que esconder por muchos años (su homosexualidad) y  hay varios elementos todavía inusuales (sus gémelos concebidos a través de la inseminación artificial e implantados en un vientre de alquiler). Todos los ingredientes para una buena historia: prominencia, controversia y extrañeza.

¿Qué es notica y qué no lo es? Ahora, ¿es noticia la vida privada de una figura pública? Esta pregunta nos lleva a otra: ¿Qué es noticia? “Lo que se quiere ocultar, eso es noticia”. “Noticia es lo que alguien hace en alguna parte, que no quiere que sea publicado. Todo lo demás es publicidad”, decía Lord North Cliffe.

¿Qué no es noticia? “Las buenas noticias, no son noticias”.
“No es noticia que un perro muerda a un hombre, pero sí que un hombre muerda un perro”.

Ahora bien, seguimos preguntándos, ¿por qué nos interesan más las malas noticias?
El psicólogo Paul Rozin, experto en reacciones de repulsión, observó que una sola cucaracha arruina completamente el atractivo de un recipiente lleno de cerezas, pero una cereza no altera en nada un recipiente lleno de cucarachas.

Como bien señala Rozin, lo negativo anula lo positivo de muchas maneras. Otros especialistas resumen esta idea en un famoso artículo titulado “Bad is stronger than good” (Lo malo es más fuerte que lo bueno) de la siguiente manera: “El impacto de las emociones malas, los padres malos y las reacciones malas es mayor que el de las buenas, y la información de las cosas malas es procesada más a fondo que la de las cosas buenas. El yo está más motivado para evitar las caracterizaciones negativas de él mismo que para buscar las buenas. Las impresiones y los estereotipos malos se forman con más rapidez y son más resistentes a las refutaciones que los buenos”.

De manera que no son (solo) los periodistas quienes prefieren las malas noticias para producir sus contenidos. Somos los humanos, todos, incluyendo los consumidores de noticias y no sólo los productores, quienes tenemos el cerebro “cableado” para dar prioridad a los hechos negativos sobre los hechos positivos, incluso si los primeros son alegados y los segundos son realidades tangibles.

El placer orgásmico de un buen chisme. Estudios recientes de las neurociencias  han demostrado que cuando una audiencia está frente a una historia que genera alguna tensión, en los espectadores se activa una mayor segregación de cortisol (la hormona del estrés y de la atención) y un aumento de la segregación de oxitocina (la hormona del orgasmo, la confianza, el altruismo, el placer, etc). Es decir, ante una “buena” historia, prestamos más atención y esta nos produce más placer que una narración monótona (“la vida normal”).

Es por eso que algunos sicólogos sociales plantean que el chisme cumple una función social: crear lazos sociales y distraernos. La vida privada de los políticos y los artistas es interesante porque genera chismes públicos. De ahí el interés por “las segundas bases” de los políticos y los embarazos de las figuras públicas cuyas parejas, si la tienen, se desconocen.

Artículo escrito por Melvin Peña

Melvin Peña es un consultor de negocios en temas de comunicación, marketing e innovación. Ha trabajado para 25 de las empresas más admiradas de República Dominicana en 15 sectores diferentes. También tiene una amplia experiencia como consultor en el sector público, organismos internacionales y empresas multinacionales. Es presidente de la firma Comunicaciones Integradas.

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