28/03/2024
Opinión

Atilas mediáticos

No recuerdo una inversión privada grande o un proyecto estatal de envergadura que no genere controversias en este país a partir de la construcción de una opinión pública en la que se mezclan la razón con las medias verdades, las medias mentiras y hasta el chantaje panfletero.

Solemos rasgarnos las vestiduras ante la debilidad de nuestras instituciones –y es algo justo y necesario–, pero pocas veces abordamos críticamente la falta de conciencia cívica de los mismos personajes que se han pasado la vida clamando por la institucionalidad.

Con frecuencia me asalta la duda y me pregunto si el llamado liderazgo de opinión (en el que militan los  influenciadores) no está demasiado infestado de teatreros extorsionadores, entes destructivos, alarmistas y vocingleros en la busca febril de plata.

Que vivan la criticidad y la capacidad de orientación para la toma correcta de decisiones, pero esos elementos están en crisis, mientras abunda el repentismo de gente que “todo lo sabe” sin molestarse en informarse adecuadamente.

¿Para qué documentarse si basta con la lengua descontrolada que se levanta como aspid para inocular veneno y vencer por traición?

Existen también aquellos que –sabiendo que mienten y manipulan- saltan el muro de su propia conciencia para falsear la realidad y, de esa manera, no quedarse fuera del festín, pues –desde su óptica- cada inversión importante debe entregar una cuota a sus corrompidas manos.

Los informes sobre clima de negocio, desarrollo institucional y competitividad deberían incluir una nueva variable: el impacto de los Atilas mediáticos en el flujo de inversión privada y pública. Los estrategas de comunicación están compelidos también a incorporarlos como categorías a tomar a cuenta en la gestión de crisis.

Una élite política con muy poca imaginación, que trata de abrirse pasos a codazos y no en base a propuestas encantadoras, ha caído también en esa nadería de un lenguaje efectista, pero supremamente irresponsable: imputaciones que irrespetan el dato y hasta la inteligencia de la gente. Es peor todavía.

Artículo escrito por Víctor Bautista

Máster en Dirección de Comunicación OBS/Universidad de Barcelona. Proyect manager del plan de comunicación de crisis de la Asociación de Bancos de la RD a raíz de la caída de tres bancos en 2003. Director de comunicación de la ABA. Editor económico, jefe de redacción, director de medios impresos, de TV e internet. Diplomado en economía por Empírica y Universidad Católica Santo Domingo. Productor del segmento Contante & Sonante (economía y finanzas) en el programa Cuentas Claras.

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