Nada de competencia. Dos para una y una contra todas. Las divas que regentea a punta de merengue Henry Jiménez siguen campante y sonante transitando por el difícil camino de la música.
Todo por Divas By Jiménez y si existe alguna duda, pues despójese y piense que tras bastidores no existe esa rivalidad que algunos atribuyen a este dúo femenino que llegó para recargar las pilas de un ritmo que sigue cargando pesado ante otros géneros más populares.
Ellas se pasean por los pasillos de la farándula como lo que deben ser: dos amigas sin rivalidades. Claro, así es. Porque lo de Divas es un asunto de denominación artística. ¿Que no? Si ombe, señores. Miren ese porte, ultrafantástico. Es una pose (el de la foto) para inmortalizar en la pared de algún diseñador italiano con asiento en Dominicana.
Que viva el merengue. Que viva la música. Que viva Miriam Cruz (oopss, perdón). Que vivan las Divas By Jiménez, esa orquesta capitaneada por un hombre con talento, que pone el piano a sonar con la intensidad que necesitan estas dos mujeres para mover la inamovible.
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